Montar un local no es solo tener un buen producto o servicio. La ley exige medidas claras de protección contra incendios, y los extintores están en el centro de esa lista. Si no cumples con ciertos requisitos técnicos, no solo te juegas una multa: podrías quedarte sin abrir. Cada tipo de licencia comercial marca unas normas distintas, y saberlas te evita sustos, retrasos o cierres. Vamos al grano.
¿Por qué cambian los requisitos según el tipo de negocio?
No es lo mismo un taller con soldadores que una tienda de ropa o un bar con freidora. Cada actividad tiene un nivel de riesgo distinto, y eso determina el tipo, número y ubicación de los sistemas contra incendios. Las normativas buscan que cada local tenga lo necesario para evitar que un incendio pequeño acabe en tragedia. Así que si vas a abrir algo, lo primero que tienes que mirar es tu actividad y el riesgo que conlleva.
¿Qué características debe tener un extintor en tu local?
La palabra clave aquí es extintor. No vale cualquiera. Tienen que ser adecuados al tipo de fuego que pueda generarse en tu espacio: A (sólidos), B (líquidos inflamables), C (gases), etc. Los más comunes en comercios son los de polvo ABC, que cubren varias clases de fuego. También importa la capacidad (normalmente 6 kg o más) y que estén homologados por normativa europea UNE-EN 3. Si pones un extintor al tuntún, no solo no te servirá, sino que puedes meterte en un lío legal.
Cuántos extintores necesitas según el tamaño del local
Aquí entra en juego la pluralidad: hablamos de extintores. No basta con uno solo. La regla dice que nunca debe haber más de 15 metros de distancia desde cualquier punto del local hasta el extintor más cercano. Y si tienes varios niveles, zonas separadas o más de 100 m², seguro que necesitas varios. Además, deben estar siempre a la vista, señalizados y con el acceso libre, nada de detrás del mostrador o tapados por cajas.
El papel de la licencia de actividad en todo este lío
Cuando pides la licencia de actividad, el ayuntamiento revisa que tu negocio cumpla con las medidas de seguridad, incluida la protección contra incendios. En el proyecto técnico debes detallar qué extintores pondrás, dónde estarán, qué tipo son y por qué los necesitas. Si no lo justificas bien, te pueden echar atrás la solicitud. O peor: te aprueban la licencia, pero luego en una inspección te sancionan por incumplir.
Extintores para hostelería: no basta con uno de polvo
Los bares, restaurantes y cafeterías necesitan protección extra. Si tienes cocina, no basta con un polvo ABC. Te van a pedir uno de CO₂ para fuegos eléctricos, y si tienes freidoras o fogones, uno de clase K, especial para aceites. Además, si es una cocina grande o profesional, es probable que también te exijan un sistema de extinción automática. Aquí no hay margen: o lo tienes o no abres.
Talleres y comercios industriales: nivel experto en seguridad
Un taller mecánico, carpintería o almacén de productos químicos tiene mucho más riesgo que una oficina. Aquí los extintores deben ser más potentes (12 kg o más), y es posible que te pidan sistemas fijos, detectores de humo o barreras de contención. También se exige un control más frecuente, con mantenimiento cada seis meses y recarga inmediata si se usa o pierde presión. Todo esto debe estar reflejado en tu plan de autoprotección.
Tiendas pequeñas o comercios sin riesgo elevado
No todo es tan estricto. Si tienes una tienda de ropa, calzado o papelería, con riesgo bajo, lo normal es que te pidan uno o dos extintores ABC de 6 kg, ubicados estratégicamente y con su cartel visible. Pero ojo: esto no significa que te relajes. Si no los mantienes bien, si están descargados o caducados, también te multan. No hay excusa por tener un local “tranquilo”.
El mantenimiento no es opcional: es parte del juego
Tener el extintor no basta: hay que revisarlo. Mensualmente debes mirar presión, peso, estado de las etiquetas y precintos. Cada año, una empresa autorizada debe hacer una revisión técnica, y cada cinco años se hace una recarga completa. En negocios con riesgo medio o alto, el ritmo puede ser más frecuente. Esto también lo revisa la administración y las aseguradoras: si pasa algo y no tenías los equipos en regla, olvídate de cobrar.
Señalización y formación: todo cuenta
Cada extintor debe estar correctamente señalizado, con su pictograma homologado, visible desde cualquier punto y sin obstáculos delante. En locales con más de cuatro personas trabajando, se exige que al menos uno sepa usarlo correctamente. Y hay que hacer simulacros de incendio una vez al año. Todo esto debe documentarse y estar incluido en tu plan de autoprotección, que es obligatorio en la mayoría de las licencias comerciales.
Cambios de actividad o reformas: toca revisar todo otra vez
Si cambias el uso del local o haces obras, los requisitos cambian. Por ejemplo, si una tienda se convierte en bar, se necesitan nuevos extintores, otro tipo de revisión técnica y hasta permisos de sanidad. Cada vez que actualizas tu licencia comercial, debes presentar el nuevo plano con los extintores actualizados y certificados de instalación y mantenimiento. Si no lo haces, aunque tuvieras antes todo en regla, te arriesgas a sanciones o a que te echen el cierre.
¿Quién certifica que todo está bien? Una empresa homologada
Ni tú ni el técnico de confianza pueden dar el visto bueno por su cuenta. La instalación y revisión de extintores debe hacerla una empresa homologada por Industria. Ellos te darán los certificados necesarios para presentar al ayuntamiento, y si no pasas esa verificación, te echan para atrás la licencia o te paran la actividad. En algunos municipios incluso exigen que este certificado se suba a plataformas oficiales.
Conclusión: la seguridad no es un trámite, es un seguro de vida
Tener los extintores adecuados, bien colocados, revisados y certificados no es un trámite más. Es una de las cosas que te pueden salvar el negocio (y la vida) si pasa lo que nadie quiere que pase. Cada tipo de licencia comercial tiene unos requisitos técnicos específicos. No te la juegues: asesórate, invierte en equipos de calidad y contrata empresas serias. Cumplir la ley es la base para empezar bien.

