El motivo más común de sanción en bares: sin licencia de apertura
La ciudad despierta, el camarero sube la persiana con más fe que certezas, la cafetera empieza su sinfonía matutina y los primeros parroquianos ya buscan su cortado. Lo que no sabe ese barista, en ese rincón de barrio donde todo parece en orden, es que sobre su local puede pesar una sanción de hasta 3.000 euros. ¿La razón? No tener licencia de apertura.
Lo advertimos sin rodeos: el motivo más común de sanción en bares es, sin duda, carecer de la correspondiente licencia municipal. Ni el ruido, ni la venta de alcohol a menores, ni siquiera los horarios extendidos más allá de lo permitido. No. El verdadero talón de Aquiles de cientos de negocios hosteleros en España está en un simple documento que, aunque parezca burocracia menor, marca la línea entre la legalidad y la clausura forzosa.
Las cifras no mienten: la apertura sin licencia cuesta caro
En ciudades como Sevilla, Madrid o Zaragoza, los expedientes abiertos por ejercer actividad sin licencia se cuentan por decenas cada mes. Hablamos de una media de un expediente cada 48 horas solo en el ámbito urbano, con sanciones que superan fácilmente los 600.000 euros anuales en algunas capitales.
La normativa es clara: sin licencia no hay apertura legal. Y sin apertura legal, hay multas, clausuras y antecedentes administrativos que dificultan cualquier intento de regularización posterior. Pero lo más preocupante es que muchos de estos bares no solo carecen de licencia, sino también de condiciones básicas de seguridad.
La seguridad contra incendios: el punto ciego en muchas mudanzas de negocios
Y es aquí donde entra otro factor crucial que muchos empresarios subestiman: la importancia de la protección contra incendios durante las mudanzas de negocios. Al trasladar un negocio de hostelería de un local a otro, o al iniciar uno desde cero, los requisitos en materia de seguridad se actualizan. Nuevas normativas, inspecciones más estrictas y, sobre todo, la necesidad de contar con equipos certificados como un extintor co2.
¿Cuántos bares han abierto en los últimos años sin revisar si su instalación eléctrica es segura o si disponen de un sistema eficaz de extinción de incendios? ¿Cuántos han heredado instalaciones obsoletas, confiando en que “nunca pasa nada”? Hasta que pasa. Y cuando pasa, no solo es una sanción: es una tragedia.
Mudarse con responsabilidad: más allá de cajas y permisos
Cuando un negocio hostelero se traslada, no basta con firmar el alquiler y montar el mobiliario. Es obligatorio cumplir con una batería de requisitos técnicos, entre ellos la adecuación del local a la normativa de seguridad vigente. Esto incluye desde la ventilación hasta los materiales ignífugos, pasando por la instalación de sistemas de detección y extinción.
El comprar extintor co2 homologado, no solo evita sanciones, sino que salva vidas. Porque cuando un incendio se desata en un local sin salidas de emergencia despejadas ni medios para controlarlo, las consecuencias pueden ser fatales.
La reincidencia en infracciones: el caso Kafka y otros ejemplos
Uno de los casos más mediáticos de los últimos años fue el de la sala Kafka. Un local clausurado tras detectarse múltiples infracciones graves: superación del aforo, incumplimiento del horario, consumo de tabaco, alcohol a menores y, cómo no, la ausencia de licencia. La propuesta sancionadora ascendió a 30.000 euros y dos años de cierre.
Este no es un caso aislado. Decenas de locales en zonas céntricas han sido cerrados por operar en condiciones precarias o al margen de la legalidad. Y la mayoría de esas clausuras tienen un denominador común: sancion por no tener licencia de apertura.
La multa es solo el principio
Las sanciones por no tener licencia oscilan entre los 3.000 y los 6.000 euros en casos agravados. Pero la multa, en realidad, es lo de menos. Las consecuencias van mucho más allá: inhabilitación temporal, pérdida de inversiones, mala reputación y, en muchos casos, una auténtica pesadilla administrativa para recuperar la actividad legal.
Además, el incumplimiento reiterado puede acarrear sanciones acumulativas e incluso responsabilidad penal si hay riesgo para la salud pública. Por ejemplo, operar una cocina industrial sin los certificados de seguridad adecuados es una infracción grave que puede derivar en clausura inmediata.
El camino correcto: licencia, seguridad y prevención
No se trata solo de tener papeles en regla. Se trata de ejercer una actividad comercial con responsabilidad, respeto a la normativa y previsión. Para ello, es fundamental:
- Solicitar y tramitar la licencia de apertura antes de iniciar la actividad.
- Revisar el estado del local, especialmente si se trata de un inmueble antiguo.
- Instalar sistemas de protección contra incendios certificados.
- Contar con extintores revisados periódicamente, salidas de emergencia, señalización adecuada y planes de evacuación.
- Actualizar cualquier infraestructura obsoleta, especialmente en cocinas y zonas de riesgo.
Abrir con seguridad, operar con legalidad
La hostelería es una de las actividades más expuestas al riesgo de sanción. Pero también es una de las más nobles cuando se ejerce con profesionalidad. La licencia de apertura no es un capricho del Ayuntamiento, es la garantía de que el negocio cumple los mínimos requisitos para operar sin poner en peligro a nadie.
Si además se refuerza con un plan serio de prevención de riesgos, una instalación segura y equipos homologados, como un buen extintor co2, estaremos no solo evitando multas, sino protegiendo lo más importante: la vida de trabajadores, clientes y vecinos.

